PRIMERA ENTREGA DE LA ENTREVISTA CON CONSTANZA Y GRACE

- Cantos x Cosidos: Como dice Ernesto Schoo en la Nación, en esta obra convergen el grotesco de Discépolo, la música de los ’70 y los culebrones de Migré ¿Cómo surgió la idea de hacer este trabajo? ¿Cómo fue la inspiración?
- Constanza: Siempre me gustó este tipo de canciones, tambien la época, sus códigos y los recuerdos que yo tengo de esa década hicieron que rápidamente me decidiera a hacer eterno esos recuerdos, poniendo en cada personaje algo mío y de mi vivencia.

- Cantos x Cosidos: Pero...si sos una mujer actual, moderna ¿por qué ese apego a los recuerdos del ayer?
- Constanza: No es apego, es que los ’70 fueron los años dorados de los cantautores argentinos y coincidió con mi adolecencia. No sé si te queda claro que Sandro me marcó para siempre.

- Cantos x Cosidos: ¿Es por eso que tu marido interpreta a Sandro?
- Constanza: Te contesto si él no se entera...Mejor lo dejamos ahí...
- Cantos x Cosidos: Lo dejamos ahí...

- Cantos x Cosidos: ¿Cuánto tiempo le llevó escribir el guión?
- Constanza: Escribirlo, quiero decir, seleccionarlo, ya que el texto fue extraído integramente de letras de canciones. Nos llevó poco más de 2 años, pero eso no fué todo. Después se fue reescribiendo de acuerdo a cómo los actores reaccionaban al guión. Hubo un gran trabajo de adaptación que llevó otro año y medio.

- Cantos x Cosidos: Además de los cantos y la música, se basaron en personajes de la época y en alguna otra cosa?
- Constanza: Por supuesto, en teleteatros, en películas , en series y como dijimos antes, en nuestra propia vida de adolescentes, tan divertida y tan llena de experiencias. Hay codigos que son muy particulares de esa época. Los personajes calzan perfectamente con su forma de ser, de vestir, de ver la vida en esos tiempos.

- Cantos x Cosidos: ¿Fué difícil la elección del director?
- Graciela: Si, hubo muchos problemas porque cuando le presentabamos el guión a un posible director, salía espantado de tener que dirigir una obra asi. Todos decían que era muy difícil, casi imposible. La verdad es que no le tenían ninguna fe. Cuando dimos con Fredo, fue un alivio, aunque todavía ahora, y aunque él lo niegue, pensamos que él tampoco le tenía fe y ya no hace falta tener fé, la obra pudo hacerse.